Tan solo el 1% del agua de nuestro planeta es apta para el consumo humano. El otro 99% del agua está en los mares y océanos, y por tanto se trata de agua salada.
La necesidad de agua para consumo humano, tanto consumo directo como para labores agrícolas y ganaderas así como actividades industriales se ha ido incrementando gradualmente. Este hecho junto con la aparición de períodos de sequía en los meses estivales hace que se necesiten medios alternativos de obtención de agua para su consumo.
La desalinización se está convirtiendo en un sistema importante para el abastecimiento de agua apta para nuestro consumo.
Pero, ¿cómo funciona una planta desalinizadora?
Una desalinizadora es una planta de tratamiento de agua salada o agua de mar en la que se consigue, mediante diversos tratamientos, convertirla en agua desalada y apta para el consumo humano, agrícola o uso industrial.
Existen varios procedimientos para desalar agua de mar, entre los que destaca la ósmosis inversa.
Para entender el proceso de desalinización, primero debemos conocer qué es la ósmosis. La ósmosis consiste en el paso de disolvente (agua) desde una solución menos concentrada a otra más concentrada cuando ponemos en contacto ambos líquidos a distinta concentración a través de una membrana semipermeable. Esta membrana sólo deja pasar el disolvente (agua), pero no el soluto (sales). En la ósmosis inversa lo que hacemos es forzar el paso de disolvente desde la más concentrada a la menos concentrada a través de la membrana semipermeable, de ahí el nombre de ósmosis inversa. En una planta desalinizadora esto se consigue aplicando una presión de hasta 70 bares sobre el líquido de mayor concentración, forzándolo a pasar a través de la membrana.
Los pasos de desalinización en una planta desaladora son:
1) Incorporación del agua salada o agua de mar al circuito.
La captación de agua de mar se realiza a través de un sistema de bombeo con bombas centrífugas. Todos los movimientos de agua en el circuito se realizarán igualmente a través de bombas.
2) Primeros tratamientos del agua salada recepcionada previos a la ósmosis inversa:
- Tratamientos químicos.
- Coagulación.
- Eliminación de sólidos, floculados, aceites y tratamiento antimicrobiano.
- Filtrados:
- Filtrado con arenas.
- Filtrado ultrafino con carbón activo.
3) Realización de la ósmosis inversa.
Es en este paso donde se consigue la desalinización del agua. Este proceso requiere de una gran cantidad de energía, ya que se deben alcanzar presiones muy altas para forzar el paso de agua a través de los filtros o membranas de ósmosis. Con este proceso se eliminan todos los minerales del agua.
4) Tratamiento final y adecuación para el consumo.
Tras la ósmosis inversa el agua ha quedado totalmente libre de minerales y no sería apta para consumo humano. Por ello es necesario un proceso de remineralización. Tras ello se pasa mediante la actuación de bombas centrífugas al sistema de distribución.
El funcionamiento de una planta desalinizadora se basa en el proceso de ósmosis inversa y requiere tanto de tratamientos previos como posteriores para poner el agua desalada a disposición de los consumidores.
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